Investigadores de la Universidad de Calgary han desvelado otro de los misterios que rodean a los dinosaurios: su capacidad olfativa. Según su trabajo, Tyrannosaurus rex tenía el mejor olfato del Jurásico, un dato mas que importante para el estudio de la evolución de las aves. Este hallazgo fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Los investigadores detectaron que el sentido del olfato era de gran importancia entre varios dinosaurios carnívoros -conocidos como terópodos- debido a que sus bulbos olfativos tenían un tamaño considerable y ésta es la parte del cerebro asociada a la percepción de los olores.
Puesto que los cerebros no pueden fosilizarse, lo estudiado fueron las impresiones en los huesos del cráneo -esto permite develar tamaño y forma de las partes cerebrales desaparecidas-. Esto dejaría sin efecto la teoría de que los T. rex eran animales carroñeros, porque no precisaría un sentido del olfato tan agudo. En cambio, los bulbos olfativos mayor tamaño se encuentran en aves y mamíferos que cazan por la noche y confían en su sentido del olfato para localizar a sus presas.
Otro dato que proporcionó este estudio esta referido al Archaeopteryx -que posee una morfología de transición entre aves y dinosaurios- tiene los bulbos olfativos de tamaño similar a los terópodos a pesar que en las aves actuales es un sentido muy pobre.
Fuente: El mundo
Foto: Stephen Greb, 2000
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