
El fósil se encontró en la mina de carbón de Cerrejón, al norte de Colombia. y los investigadores se centraron en cómo pudo haber sido el entorno de la serpiente cuando ésta vivía. Existe una correlación entre la temperatura y el tamaño de las criaturas de sangre fría. De esta forma, a medida que aumenta la temperatura terrestre aumenta el tamaño máximo de estas criaturas. Mediante cálculos, llegaron a la conclusión que una serpiente del tamaño de T. cerrejonensis habría requerido una temperatura promedio anual de 30 a 34ºC para sobrevivir.
Los ecosistemas tropicales de América del Sur eran sorprendentemente diferentes hace 60 millones de años. El terreno era una selva, aún más cálida que en la actualidad, y los reptiles que la habitaban eran mucho más grandes. Como resultado, entre otras cosas, existieron allí las serpientes más grandes de las que se tenga conocimiento.
Fuente: SSN
Foto: Jason Bourque, Universidad de Florida.