Encontraron que la oxitocina tiene un efecto muy específico en las situaciones sociales y al parecer disminuye nuestros temores.
Durante el trabajo, los investigadores identificaron los centros del cerebro que se activaban cuando la persona veía traicionada su confianza. Para ello, pidieron a voluntarios que jugaran dos tipos de juegos: uno de confianza y otro de riesgo. Durante el juego de confianza, la oxitocina logró reducir la actividad en dos regiones cerebrales. Una fue la amígdala, que procesa el miedo, el peligro y la posibilidad de traición social, y la otra fue una área del striatum, el circuito cerebral que guía y ajusta la conducta basándose en la recompensa.
Fuente: 20minutos
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